Aviso importante: NUEVO TRAILER DE DEL CIELO AL INFIERNO. DEBERÍAIS MIRARLO ANTES DE LEER PORQUE NO TIENE SENTIDO VER UN TRAILER CUANDO YA SABÉIS EL FINAL (?) EEEEN FIN. ESPERO QUE OS GUSTE. Y UN GRAN ABRAZO PSICOLÓGICO PORQUE LO VAIS A NECESITAR.
'Poor little girl,
still waiting for her happy ending.'
●____:
El sonido
de la alarma invadió la soledad de mi habitación y no tardé un segundo en
apagarla. Ya llevaba varias horas despierta, por los nervios quizás. Con las
ansias que tenía de llegar al instituto conseguía hacer todo el doble de
rápido, pero con el doble de torpeza, ganándome varios golpes que dejarían
moratón.
Me centré
en lo que reflejaba el espejo. No había nada de arrogancia, allí no estaba la
chica malcriada que era yo. Y me asusté. Me asusté realmente porque lo único
que aquello reflejaba era una chica débil y nerviosa, una chica enamorada.
Así que
corrí fuera de aquella habitación antes de derrumbarme. Entré como loca en el
comedor, Claudia acababa de servir el desayuno a papá. Yo simplemente atravesé
la estancia como alma que lleva el diablo, girándome antes de cruzar la puerta.
—Tienes
tres segundos para estar en el coche, sino te las verás conmigo. –sentencié.
No salí sin
antes oír el comentario que ambos dijeron a la vez.
—¡Ay, el
amor!
Mis dedos
chocaban entre sí mientras pensaba en las palabras exactas que podría decirle
al verlo. ¿Empezaba con un normal y tranquilo “hola”? ¿O le soltaba ya mi
histérico “voy a secuestrarte si no te quedas conmigo”?
El trayecto
se me estaba haciendo más largo que todas mis antiguas veces juntas. Y mi padre
riéndose de mi nerviosismo no ayudaba.
—¿Quieres
tranquilizarte, ______? A este paso terminaremos yendo al hospital por un
ataque cardíaco.
Y tampoco
iba mal desencaminado. ¡Malditas mariposas! Ya podían irse a revolotear a otra
parte y dejar mi estómago en paz.
Sin
embargo, y para mi sorpresa, pisar por fin el camino de grava del instituto las
calmó. Ahora ya no eran nervios, ahora eran unas ganas enormes de buscar a mi
chico, abrazarlo y pegarme a él. Para siempre.
Un pie en
el suelo, seguido del otro, un segundo para observarlo todo, y otro para echar
a correr. El campus trasero estaba repleto de sillas, lazos y un atril
desmontable en el que sin duda muchos soltarían su discurso. Sonreí empezando a
buscar entre todas las cabezas.
—¡Hey,
señorita Selley! –me giré de golpe para llevarme una grata sorpresa al ver de
nuevo al señor Gaffigan.
—Me alegro
de ver que está de vuelta.
—Lo mismo
digo. –sonrió antes de continuar su camino hacia las sillas de los profesores.
Este hombre no habría querido dejarnos solos a propósito en los ensayos de la
obra, pero a día de hoy se lo agradecía infinitamente.
Continué
buscando entre las cabezas, hasta que otra voz me hizo girarme.
—______.
–lentamente y con una sonrisa me tiré a sus brazos.
—¡Sam! Cómo
te he echado de menos. –dije, pero su sonrisa no apareció. A pesar de estar
extrañada, me tomé un minuto para acabar preguntando.– ¿Dónde está? –su
silencio empezó a asustarme.– ¿Sam? –nada.– ¿Dónde está Harry?
—Selley,
él… él no está.
—¿Qué?
–creí haber escuchado mal, y eso esperaba.
—Se ha ido.
—¿Cómo que
se ha ido?
—Cogió el
graduado y se fue. No dio direcciones, lo hizo a primera hora de la mañana.
—Pero… –el
aire dejó de llegar a mis pulmones por un momento.– Oh, mierda.
—¿Qué vas a
hacer? ¿Correr hasta el lugar en el que creas que está y pedirle que se quede?
–ironizó, sin darse cuenta de lo mucho que yo me estaba tomando esto enserio.
—Si no se
lo digo se irá, y quiero ver su cara de arrogante cerca todos los días de mi
vida.
—Pero eso
es…–no la dejé terminar. Corrí hacia el coche, que seguía aparcado en el camino
principal.
—¿Todo
arre…? –empezó mi padre, pero lo ignoré.
—Al
aeropuerto más cercano. –solté lo primero que se me pasó por la cabeza. A ver
cómo encontraba a Harry ahora teniendo que buscar por todo Londres. Suponiendo
que no esté ya a tres mil kilómetros de aquí.
—¿Qué?
–tanto el chófer como mi padre se quedaron boquiabiertos. Pero mi fulminante
mirada los advirtió de que, por una vez, deberían obedecer rápidamente.
¿En qué
otro lugar si no podría empezar a buscar? Había posibilidades de que estuviese
allí. Aunque fuese para coger un maldito avión que se lo llevase para siempre.
Pero allí.
Y entonces
lloré. Ya no me molesté en hacerlo en silencio. ¿Cómo había llegado a este
extremo? ¿Cuándo había dejado que tirasen mi muro de defensa? Era fuerte y
ahora no soy nada.
El
aeropuerto estaba cerca, así que tan pronto detuvieron el coche volví a correr,
haciendo de mi pelo una cortina para que toda la gente que entraba y salía no
se parase a mirar a una niña llorona corriendo.
No me
detuve hasta estar en frente del gran panel, en el que se anunciaban todos los
vuelos. «Washington D.C. Puerta 14.» Era el más próximo, empezaría por ese.
La sala
casi vacía me facilitó muchísimo recorrer con la mirada cada una de las
personas, sin resultado. Él no estaba allí. Salí de la sala antes de que sonase
el primer aviso y un cúmulo de personas me lo impidiese.
«Moscú,
Rusia. Puerta 7.»
Ese fue el
siguiente. Apenas había tres personas y ninguna de ellas era la que yo estaba
buscando.
«Menorca,
Ibiza. Puerta 2.»
Tampoco. O
buscaba más rápido o Harry estaría volando mientras yo subía y bajaba entre
escaleras mecánicas.
«Japón.
Puerta 5.»
Me olvidé
de respirar. Llegados a este extremo, y de nuevo delante de aquel panel de
vuelos, ¿Qué más podía hacer? Había recorrido como mínimo diez vuelos y en
ninguno era capaz de encontrarlo. Podía darme por vencida. O podía… ¡Podía
llamarlo!
Me golpeé
la frente por no habérseme ocurrido antes y con manos torpes busqué su número
en marcación rápida. Mordí la uña anular mientras caminaba de un lado a otro
ante la pantalla. Un bip. Dos bips. Tres bips.
No
contestó.
La voz de
la operadora me hizo cortar la llamada de golpe y tener que resistirme a tirar
al teléfono al suelo. Cambiando de uña volví a mirar el panel. Escogería un
maldito último vuelo al azar y si no estaba lo freiría a llamadas hasta que se
dignase a responder. O se cambiase de número, lo que surgiese antes.
«Florida.
Puerta 4.»
Un montón
de gente entraba a través de ella, por lo que el avión seguramente estuviese a
punto de despegar. Agradecí mi estatura
en este momento, lo que me permitió pasar desapercibida entre una familia
apurada que podía estar a punto de perder el vuelo. Lo que significaba que si
no me daba prisa, Harry podría estar embarcando ahora mismo.
Mi boca se
abrió en “o” al ver que la sala cuatro estaba completamente llena. El primer
aviso resonó por los altavoces. La gente moviéndose parecían auténticos
gigantes ante mi pequeñez. Aquello me impedía buscar los rizos que tanto quería
ver, de tal manera, que empezaba a exasperarme. Me puse de puntillas, pegué
saltos, observé cada maldito rincón de la habitación. Nada.
Como último
recurso me subí a una de las sillas de plástico azules, típicas de los
aeropuertos y busqué sobre las cabezas.
En un
segundo mi corazón se detuvo.
Y allí
estaba él. Tenía que ser él. En medio de toda la marabunta de gente y a punto
de salir de mi vida para siempre.
—¡Harry!
–exclamé su nombre y empecé a colarme entre las personas, las cuales me miraban
con asombro, y otras no tan amablemente. Creí verlo detenerse.– ¡Harry! –volví
a exclamar y corrí entre toda la gente que pretendía subirse a ese avión con
destino Florida, hasta que lo alcancé. Miraba hacia la puerta pero no avanzaba,
mientras aquella sala iba vaciándose.
“Segundo
aviso para el vuelo con destino Florida. Embarquen por la puerta 4”
—Has
venido. –dijo dejando las maletas en el suelo y girándose para mirarme.
—Y tú te
vas. Muy lejos. Por cierto, gracias por responder mis llamadas. –tomé una pausa
para respirar, casi apoyando mi peso en las rodillas.– Dijiste que siempre
estarías aquí para protegerme.
—Te fallé,
_____. Y lo sabes. Te quería y te lo prometí, pero no fui capaz y acabaste
marchándote destrozada de allí. Y no pude hacer nada, te fuiste.
—Me
querías. –susurré, y aquellas palabras me desgarraron el corazón en miles de
pedazos.
—Te quise,
te quiero y seguramente te querré hasta el fin de mis días. –sentenció,
mirándome a los ojos. En los suyos, que siempre habían sido de un verde muy vivo,
se había apagado el color.– Mira tus ojos, has estado llorando. No te mereces
estar con alguien que te haga llorar.
—¿Quieres
saber por qué lloro, idiota? ¡Porque te vas! ¡Te largas y me dejas aquí! ¿Qué
voy a hacer yo ahora si cada vez que miro algo me recuerda a ti? ¿Si cada vez
que cierro los ojos te veo? Todos y cada uno de los momentos que pasamos juntos
fueron sencillamente lo mejor que he vivido nunca. ¿Acaso no te acuerdas de
todas las veces que me hacías rabiar llamándome “nueva”? Pues me gustaban,
¡muchísimo! Aunque no quisiera reconocerlo. ¿Vas a olvidar todos nuestros
besos? ¿Todas las canciones para piano que sólo a mí me dejabas escuchar?
¿Sabes la necesidad en la que se convirtió sentir tu maldito cuerpo pegado al
mío, Harry? Te necesitaba, lo hacía y todavía te necesito a mi lado. Eras tan
cínico, tan prepotente, tan...tan... ¡Tan que acabé enamorándome! Estoy
llorando porque voy a perderte por tercera vez, no porque me hayas hecho daño.
Siempre fui tuya, desde el maldito instante en que supe que no iba a poder
quitarme tus ojos de la cabeza cuando te vi por primera vez. Y en el poco
tiempo que pasamos juntos de verdad... era la persona más feliz del mundo. Tú
me haces feliz. Y no me creo lo suficientemente fuerte para aguantarme en pie
si te vas por esa puerta. ¿Sabiendo que vamos a perderlo todo de nuevo, a ti no
te entran ganas de llorar? –mi voz empezó a temblar. No, por favor, ahora no.–
Y si decides irte después de todo esto...que no sea por no haber intentado lo
contrario.
Se acercó a
mí y me abrazó, con intención de dejar un beso en mi mejilla, el que yo
convertí en uno fugaz uniendo mis labios con los suyos.
“Tercer y
último aviso para los pasajeros del vuelo 2 5 3 7 con destino Florida. Por
favor, embarquen por la puerta cuatro.”
Se separó
de mí lentamente y hundió su cabeza en mi cuello para aspirar el olor de mi
perfume.
—Cómo voy a
echarte de menos. –susurró mientras se acercaba a sus maletas, que descansaban
en el suelo.
—¡Pues no
te vayas! –no iba a rendirme y dejar de protestar.
—Ya es
tarde, Selley. –lo vi dar el primer paso hacia aquella puerta y mi corazón se
retorció de dolor.
—No lo es.
–susurré con el ápice de voz que aún me quedaba.
Necesitaba
que se detuviera, que lo hiciera y me dijese que me quería tanto como yo lo
quería a él. Que todo iba a estar bien y que nunca se iba a separar de mí.
Porque si no lo hacía, nadie podría volver a recomponerme.
Recogí el
valor que todavía me quedaba y reuní las pocas fuerzas que tenía, dispuesta a
volver a intentarlo.
—Si soy lo suficientemente importante para ti, quédate.
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¿No echáis de menos algo? PORQUE YO ECHO DE MENOS PASARME HORAS PENSANDO QUÉ MALDITO "EN EL PRÓXIMO CAPÍTULO" PONER AL FINAL. Y AHORA YA NO HAY. ¡NO HAY!
Bueeeeeeeno, se acabó.
Igual no es tan triste como pensabais. Igual creíais que habría final feliz. Y creo recordar que alguien pensó que uno de los dos iba a morir jajaja.
Esta vez no voy a contaros mi vida, ni nada sobre el capítulo. Quizás respondiendo comentarios lo haga. Lo primero y más importante es que sois las mejores lectoras del mundo.
NADIE, puede tener mejores lectoras que vosotras. Sé que hay novelas que me superan en cientos de miles, pero no os cambiaría por nada.
No respondí los comentarios del capítulo anterior de Pau Belictioner, Taylor Nevermind y Erikmar, pero no me sentía capaz. Estaba realmente nerviosa por la impresión que recibáis de este capítulo.
No tiene un final feliz. Ni siquiera tiene un 'final concreto'.
Así que, en los comentarios os pido por favor que me respondáis preguntas como: "¿Qué tal os pareció la novela? ¿Volveríais a leer algo escrito por mí? ¿Parte favorita del capítulo? ¿Capítulo favorito de la novela? ¿Decepcionada con el final? ¿Necesitas ayuda psicológica?
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJ Okay, olvidad la última, las demás, necesito respuestas :c
Ahora me toca la parte de los agradecimientos, y menciono tanto a Vi, por tocarme los cojones a las ocho de la mañana todos los días, a Taylor, Pau, Erikmar, por comentar en el blog, a todas las lectoras de twitter:
@gemma_alvarezm ,
@Marina_Styles_,
@aaaane_,
@MileRoldan27,
@SaraRom53085575 ,
@ElChochoDeZayn ,
@IreneGonzalez00,
@_siempre_1D , @_sleepwithharry ,
@regardsoflove , @HarryIphones (LA CUAL SALE COMO CHACHA DE SELLEY),
@HideInYourArms ,
@yofthoran ,
@ForeverTorn_ ,
@Lucia_Fdez30 ,
@Lunaa_Navarro ,
@likenewyorkcity ,
@AndBeyondTo ,
@theyownmysoul ,
@Judit1Direction ,
@SoloTemLM ,
@narrystoranx_ ,
@MartaMoral99 ...
VUESTROS COMENTARIOS ME HACEN LLORAR Y REÍR A LA VEZ, SI ES QUE ES ESO POSIBLE.
También quiero agradecer a todas esas lectoras de tuenti perdidas, que no sé si leéis, o no, ni tampoco sé si os recuperé, pero fuisteis las mejores.
Y no voy a olvidarme de las chicas del grupo de WA, haciéndome reír a todas horas y de Carmen, que de no ser por ella nadie avisaría por tuenti y me habría ido con la primera denuncia.
Tengo la sensación de que me quedan mil cosas por decir, pero me estoy extendiendo demasiado y queréis leer el capítulo jajaja.
Contestad a las preguntas que hice, por fis.
Y ahora sí, estoy super orgullosa de todos los votos de las encuestas, de cada escena de esta novela y de cada beso que Harry y Selley se han dado.
Me veo en obligación de aclarar que he puesto a Harry como un mujeriego en esta novela, -cosa que no es-, para demostrar que si lo fuese como dice la prensa, también podría encontrar una Selley que le robe el corazón.
Así que con todo mi cariño, las revistas ya pueden arder en el fuego del infierno.
Haberos tenido como lectoras ha sido completamente genial y espero no dejar de llevarme con ninguna.
Seguiré como @allyssonhoran por twitter, y desde allí seréis conscientes de si estas navidades o el verano que viene igual empiezo una nueva novela. (Hay cientos de trailers míos esparcidos por twitter de mis proyectos.)
Y ahora sí, tanto yo, como la historia de nuestros tórtolos, como todo lo que se aman, os decimos hasta pronto.
Muchísimos besos, Allysson.
(Pd: Si vas a WWAT Madrid el 10 de Julio, vamos a conocernos jajaja. No es gran cosa, pero me hace ilusión conocer a mis lectoras:) )